Yo, sin más

Moradora de la Luna

Bordadora de sonrisas

Defensora de la locura

De otro mundo, aprendiz de escritora, loca sin solución. 
Con cerebro de ciencias, alma de letras y paciencia de artista.

Vivo más en la Luna que en la tierra. 

Aún sigo buscando el país de Nunca Jamás. 

Creo en las hadas, licántropos, elfos... y todo eso en lo que la gente no cree cuando crece.

Soy demasiado buena a veces hasta tonta; adicta a las películas americanas, esas que siempre empiezan, siguen y acaban igual; desastre con piernas; friki, para algunos muchos, para otros poco; olvidadiza y despistada, aunque poseedora de recuerdos perdidos en la nada; soñadora, despierta o dormida, sin tener en cuenta el sitio o la compañía; lectora desde la docena, para los que no se lo crean; cabezota sin solución, pocas veces cambio mi humilde y a veces sinsentido opinión; loca sin más; tímida, de las que se esconden cuando alguien las mira; optimista, pero sin la parte realista; divertida, o por lo menos eso dice la rima.

Me gusta leer, escribir, la música, tocar el piano, caminar bajo la lluvia, hechizar príncipes, hablar con sapos, acariciar unicornios, volar con dragones, luchar contra elfos, derrotar ogros, hacer como que hago algo, soñar despierta, imaginar que ocurre lo que no va a ocurrir, perderme por un bosque, encontrarme en un lago, pensar en la vida, preguntarme incógnitas sin respuesta, responder preguntas sin solución.

Odio el naranja, el amarillo y a veces el marrón; la hipocresía, la falsedad y demás sustantivos de la misma calaña; dejar un libro y que tarde más de un año en volver a mis manos; las canciones que son ruido y las que dicen cosas sin sentido; las hamburguesas y la margarina; dejar de soñar, no poder llorar, tener que escapar; dejar de querer, no poder aprender, tener que crecer; dejar de reír, no poder escribir, tener que decidir.

Necesito saber pensar antes de acabar mal, puede que madurar, para variar no perder, para no variar leer, aprender a sobrevivir, abrir horizontes, llegar a conocerme, dejar que me conozcan, mirar la vida y reír.


Siempre consigo lo que me propongo si no me come un ogro, ni me toma el pelo un trasgo, ni me encanta un elfo, ni veo un unicornio, ni piso un enano, ni entro en la casa de un pitufo, ni me muerde un vampiro, ni me araña un hombre lobo, ni me besa un zombie, ni me voy a pintar murales con Emily, ni me pierdo en una isla desierta, ni me encuentro un hada de pelo lila, ni vuelo a lomos de un dragón dorado, ni pongo un candado en la cadena de un puente, ni voy a cierta escuela varita en mano, ni me pierdo por un mundo que quiere matarme, ni me voy a luchar cual guerrera, ni me convierto en pez, ni me encuentro un príncipe.


Nunca dejaré de ver Harry Potter, Peter Pan, La novia cadaver, El club de los poetas muertos, La casa del lago, Kate y Leopold, El secreto de los hermanos Grimm, El Rey León, Hércules, La Bella y la Bestia, Anastasia, Mulan, El jorobado de Notre Dame, Toy Story, Arthur y los minimoys, El día de mañana, Jurassic Park, Catwoman, Momo, Un puente hacia Terabithia, El cuaderno de Noah, Spiderman, X-men, Step up, Enredados, Brave.


Ni de escuchar Avril lavigne, Imagine Dragons, Evanescence, Paramore, Green Day, Fall out Boy, My Chemical Romance, Taylor Swift, Kate Voegele, The all american rejects, Simple plan.


Volvería a leer (y lo haré) Harry Potter, Memorias de Idhún, El Principito, La última canción, Si no despierto, The host, Los Juegos del Hambre, Vampire Academy, The Giver, Willow, El circo de la noche, The Realm of Possibility.


Nací en ese mes: el horrible, el estresante, el innombrable, el que quiere sangre fresca para desayunar, comer y cenar y también para merendar y almorzar, el que no perdona, al que todos temen. Ese en el que pones las esperanzas para que tus calabazas se vean reducidas a poco o nada y te das cuenta que es tan malvado como aparenta, que no te va a ayudar y si lo hace no se va a notar.