Blanca como la nieve, roja como la sangre, de Alessandro D'Avenia

"Una vez leí en un libro que el amor no existe para hacernos felices, sino para demostrarnos cuán fuerte es nuestra capacidad de soportar el dolor"

Título: Blanca como la nieve, roja como la sangre
Autor: Alessandro D'Avenia
Editorial: Debols!llo
ISBN: 9788499087658
Pags. 256
Sinopsis: Entre mensajes de móvil, deberes, pósters, canciones, partidos, motos, miradas y sonrisas se encuentra Leo, un joven inmerso en el torbellino de la adolescencia.+/- Sinopsis

Leo tiene un enemigo: el color blanco. Porque para Leo todas las emociones tienen un color, y el blanco es la ausencia, la soledad y la pérdida. El azul es el color de la amistad y el de los ojos de Silvia, su mejor amiga, leal y serena, su apoyo constante. El rojo, en cambio, es el color del amor, de la pasión, de la sangre: rojo es el color de los cabellos de Beatrice.

Cuando Leo descubre que Beatrice está enferma y que su enfermedad está relacionada con ese blanco que tanto le asusta, deberá buscar dentro de sí mismo, sangrar y renacer para entender que los sueños no tienen fin y que siempre hay que encontrar el coraje para creer en algo más grande.

No os voy a engañar, esto es un drama. Y a mí, como amante de los dramas, me ha encantado, no, más que eso, leer este libro ha sido una delicia por cómo está escrito, ha sido un reto porque tenía que enfrentarme a mi mayor miedo y una pena porque ha terminado y me ha dejado con esa sensación de vacío que nos dejan alguno libros cuando los cerramos.

Esta vez me voy a saltar mi norma no escrita de poner sólo una cita al principio de la reseña y no escribir más:

"Regalar nuestro dolor a los demás es el acto de confianza más hermoso que puede hacerse"

Hay muchas más citas en este libro que merecen ser recordadas, pero me daba pereza soltar el libro para marcar la página, así que sólo me apunté las que no podía olvidar de ninguna forma.

En cuanto al narrador, es un chico de dieciséis años, enamorado de una chica. Suena típico, pero no os dejéis engañar. Tiene las preocupaciones de todo adolescente y se comporta como tal (con todo lo que eso conlleva). Pero a lo largo del libro y por todo lo que pasa se ve una evolución, se da cuenta de lo que importa, de lo que no, y nos lo enseña a nosotros de paso (que buena falta nos hace).

La verdad es que no sé que decir, me lo acabo de terminar y estoy tan descolocada que no encuentro palabras, qué queréis que os diga, tengo debilidad por los dramas como este, amargos, pero dulces al mismo tiempo, que te hacen llorar pero también sonreír.

Sólo me queda decir que lo leáis.