jueves, 24 de mayo de 2012

Los desvaríos de la Prueba 1 del Concurso 600

Por si no lo recordáis, en la prueba uno del Concurso 600, teníais que seguir el relato que yo empezaba así:

Uno, dos, tres, cuatro... los segundos van pasando, los minutos, las horas. Estar aquí, en este sitio sin puertas ni ventanas, sin ninguna fuente de luz exterior, es agobiante. Necesito salir y ver que el mundo sigue en pie, que la gente sigue su vida sin percatarse de lo que ocurre a unos metros de por donde ellos pasan.

Así que como me sugirío Nuemiel aquí tenéis vuestro desvaríos :P


La verdad es que esperaba que no hubiera faltas de ortografía... ya que somos lectores y muchos llevamos un blog, pero las ha habido... sólo quiero deciros que cuando enviéis algo a un concurso lo reviséis bien porque esta vez no, pero cuando dependéis de un relato para ganar un concurso y no sólo para tener unos cuantos puntos más, por lo menos yo, miro mucho las faltas de ortografía. (Me tenía que poner seria, lo siento).


Y así seguisteis vosotros (hay algunas que me han dejado... no sabría describirlo xD):

Uno, dos, tres, pim, pam, pum chasqueo los dedos una y otra vez, me levanto, bajo a la cocina a por un zumo, miro con cara de asco a mi hermano y vuelvo a subir a mi habitación, no puedo más, no aguanto más, necesito salir, pero el toque de queda era claro, durante tres días nadie puede salir a la calle, si alguien infringe esta norma morirá...
Uno, dos, tres... no puedo más, no aguanto más ¡me voy!
Cojo mi chaqueta, bajo las escaleras, abro la puerta y ....

MissCloud

Y es que no es fácil tratar de seguir después de lo que he pasado. Pensar que hace unas horas mi mundo era perfecto, no tenía problemas preocupantes en mi vida, ¡Por el amor de dios, sólo tengo 16 años! Mi mayor preocupación debería ser conseguir algún novio, que sea atento y lindo conmigo, o incluso que ropa voy a ponerme el día de hoy.
Pero no, mi vida ha dado un giro de 360° grados, y mis preocupaciones, mi futuro, mis sueños y metas, han cambiado tan drásticamente, que siento como si no tuviera un rumbo fijo, que estoy a la deriva de manera permanente.
Sin embargo, la vida continúa, no importa que tan grave sea o no lo que me pase, no puedo detener el tiempo, llorar mis penas, superarlas, y reanudar el mundo para poder estar lista para el. Simplemente, así no funciona y es malditamente frustrante.
Aún así, no todo es tan trágico. Quiero decir, bueno, si lo es, pero aún me quedan personas leales, que me quieren y me cuidan de maneras extraordinarias, que incluso no entiendo, pero ahí están, y eso es lo que me hace levantarme con toda la dignidad posible y continuar con mi día, esperando que llegue la noche y pueda charlar un poco con mi almohada.

Deydra Castillo

La oscuridad me oprime, hace meses que estoy aquí encerrado, con míseras porciones de comida y un vaso minúsculo de agua al día. No sé si podré resistir, no sé quien me tiene encerrado aquí. Hace tiempo que dejé de pensarlo, hace tiempo que me olvidé de todo. Cada mordida que perfora mi piel cuando tengo la venda sobre mis ojos, cada grito que escucho al otro lado de la puerta, cada mordida me ha estado acabando.
Pero cuando pensé, cuando logré pensar en lo que deje atrás, en mi familia, mi novia y amigos, una fuerza extraña volvió a mí. Ahora sé que puedo y debo salir de aquí, mi familia debe estar loca por encontrarme, mi novia angustiada y triste, y mis amigos, sin saberlo, pueden tener el mismo destino que yo… o tal vez no. No sé qué haré, pero encontraré una forma de salir de aquí y avisar a la policía, o mejor, a aquellos a quienes tienen miedo, a aquellos que no pueden tocar, a aquellos que pueden con una sola mirada acabar con estos vampiros. No sé como pudimos hacer esto, mis amigos y yo nunca lo pensamos, pero ahora me doy cuenta que lo que absorben con cada mordida no es sólo mi sangre…. Es poder.

Alexis Read

Tengo que escapar, pero no sé cómo. Mi cuerpo no es capaz de atravesar las paredes... o puede que sí. Alguna parte de mi mente quiere despertar, una parte que lleva dormida mucho tiempo, no sé qué hacer. Estar aquí encerrada es un suplicio, no puedo aguantar más, he de huir. De repente noto como mi cuerpo se ve sacudido por una misteriosa vibración. No puede ser, por favor, un terremoto, no, no ahora que no tengo posibilidad de salir de aquí. Pero... no es el suelo lo que tiembla, soy yo, ¿qué está pasando? No entiendo nada. Me estoy empezando a asustar, ¿qué hago? Qué pregunta más tonta, no puedo hacer nada, tendré que esperar para descubrir qué es lo que está pasando, pero noto como mi tiempo se acaba... Ojalá esto dure poco, estoy empezando a sentir dolor. Un dolor que va aumentando por momentos, que se va haciendo insoportable. No puedo más, me voy...

Alkiio

No puedo creer que todo se resuma a esto, no puede ser así, yo misma me lo prometí, pero tal paresia que me falle a mi misma, como siempre, tengo que salir de este lugar cuanto antes, para no volver mas y desaparecer de la vida de todos los que me han echo daño, no puedo volver con mi antigua familia ya que seria el primer lugar en donde mis verdaderos padres me buscarían, no puedo ir a Londres ya que ahí Lio me encontraría fácilmente y mucho menos podría ir a la finca de mis abuelos en Italia, eso seria muy obvio. Necesito ir a un lugar donde nadie me conozca, para empezar de cero, pero, ¿A donde podría ir?, eso lo pensare después, por ahora debo de salir de aquí. Mientras empaco lo mas esencial pienso en mi por venir, no estoy segura que es lo que debo hacer y sobre todo no tengo mucho efectivo a la mano, así que deberé de sacar dinero del banco, clara esta debe de ser uno lejos de el aeropuerto, al terminar la pequeña maleta me dirijo a la puerta de salida de esta habitación tal bella y tan triste a la ves, no crean que realmente no ahí puerta ni ventanas es solo algo figurado de entre mis cavilaciones. Ya afuera me escurro por los pasillos y paso la seguridad de castillo, quien diría que seria tan fácil salir de aquí. Por fin soy libre, tomo camino a el banco y saco una fuerte cantidad de dinero, y claro como los del banco son uno chismosos me pregunta que para que tanto dinero, es obvio que no les diré que para escaparme, por fin al salir del estúpido banco me dirijo al aeropuerto. Ahora que lo pienso no se a donde dirigirme, mmmmmmm....... tal vez seria bueno ir a la primera ciudad que salga en el tablero de partidas. Y de la nada en el tablero aparees un destino, la ciudad de Tokyo, bueno seria divertido, digo, se japones y ya e ido a esa ciudad, tal vez sea un buen lugar para volver a compensar y claro esta que no se les ocurriría buscarme ahí. Así que me acerque al mostrador de la aerolínea marcada en el tablero y :
-Disculpe señorita un boleto de primera clase para el vuelo de las 4:00 p.m. a Tokyo- de dije a la chica de mostrador.
-Claro, me permite su documentación y serian 2543 euros-me contesto la chica.
Por supuesto que no le daría mis nuevos documentos con mi verdadera identidad, sino los antiguas, con la identidad que siempre creí mía y no de alguien muerta, si deseaba poder empezar de cero y no dejar rastro alguno, tenia que ser así, no deseaba que la señorita del mostrador supiera que yo en realidad era la pinces de Mónaco y me estaba escapando de mi supuesta verdadera familia.

ferzy

No podía seguir aquí. Tenia que salir.
“te lo dije, no confies en él” mi mente se burlaba de mi a lo que negué desanimada viendo las paredes tratando de encontrar algo…algo que me permitiera escapar.
La oscuridad era mi mejor amigo hasta ahora, no podía ver mucho solo aquella precaria vela que cada vez se consumia hasta no quedar nada, no me quedaban mas que solos unos minutos-Vamos, piensa, piensa- murmure dándome animos para tratar de salir de este abismo, este abismo que no me dejaba ir donde pertenesco, acompañada de la peor persona…o cosa que puede haber en este mundo. Tenia que proteger a mis amigos de él, a mi familia…cerre los ojos incapaz de ver que esta ultima posibilidad se hiciera.
Me lance rápidamente hacia el baúl donde estaba apoyada mi comida intacta desde hace 3 dias, abri el baúl para ver una soga, un combo. Una minima esperanza broto de mi y tome ambas, me dirigi a la pared-puerta y comencé a golpearla. comencé a ver un pequeño rayo de sol y sonreí con esperanza, con mas fuerza golpee tratando de salir. Tenia que salir de aquel lugar por mi y mi familia, me repetía esto con cada golpe que daba.
cuando tuve un agujero lo suficiente grande para pasar salí de alli rápidamente y mis ojos se cerraron por inercia al ver la cegadora luz del sol, mis ojos picaron pero corri a tropiezos buscando una salida. hasta que encontré la familiar puerta que de hace semanas que me obligaron a cruzar. empuje la puerta y tape mis ojos ante el escozor pero feliz de salir...hasta que lo sentí.
sus respiración en mi nuca me hicieron girarme a verlo, vi su mirada furibunda en mi, mirándome con enojo y ¿tristeza? me aparte rapidamente de él, no queria estar cerca de él...nunca mas. vi la sangre en sus manos cosa que me impresiono y mi mente jugandome la mala pasada de que aquella sangre era de mi familia.
No te acerques a mi- le dije débilmente al ver que el daba un paso seguro hacia mi.
Tu no me abandonaras, nunca- me dijo seguro de sus palabras, por un momento las crei porque sabia que era verdad. sacudí mi cabeza tratando de no perder el objetivo. Mi familia.
Mira, como lo hago- le dije corriendo hacia el bosque...solo rezaba a algún Dios que me rescatara.

Fran

Que estoy aquí y ellos no lo notan, no lo soporto más, tengo que salir de aquí... pero lo peor es que no, no puedo, nadie me puso aquí yo lo hice por mi mismo. Se que las paredes solo estan en mi cabeza. ¿O no? Sí debe ser así...


Ha pasado un largo tiempo desde que la seguí, es hermosa y vino por mi -sonrio a mi mismo en la oscuridad, ¿o es que hay luz?, ¿o es que ella esta aquí?- después de que me fui a dormir, vino a mi, me llamó, me engañó, o por qué si no me dejó aquí frio y solo, como la primera vez.
Ella ya no está aquí, ella se fué, me abandonó.


Ha pasado mucho tiempo, ¿cuánto? no lo se no me interesa, no la quiero, no la extraño, no la sueño, ¿O si?. Sí debe ser así.
Cuando vino la seguí, pero cuando llegé la vi dormir, entonces ¿cómo me llamó, vino por mi?
Y la vi soñar, soñó con migo:


-¿Por qué ya no me quieres? -pienso con desesperación.
-Te amo y te extrañaré -creo que me escuchó.
-¿Cómo que me extrañarás? estoy aquí.
-No eres real, ya es suficiente, dejame en paz.
-Soy real ¡maldita sea, basta ya!.
-No lo eres te vi morir...


Y eso fué todo salió de ahí, ¿pero qué era ahí?. La respuesta vino a mi después. Mi unica forma de vivir, vivir con ella. Soñando. Y sigo aquí, esperando.

paola

De repente cerré los ojos y soñé.


Estaba cayendo a gran velocidad, no veía nada a mi alrededor, mi vista estaba fija en el suelo en el que pronto chocaría mi cuerpo, era extraño, pero no sentía miedo, al menos no por el fin, tal vez por el daño que pudiera causar el golpe, pero mi alma sentía tanto dolor en ese momento que todo me daba igual, mi cuerpo ansiaba la libertad de la muerte.
Imágenes a gran celeridad pasaron ante mis ojos, las últimas horas de mi vida, desde que todo había cambiado, desde mi gran error…
¿Qué haría yo ahora?
El suelo estaba cada vez más próximo, no había vuelta atrás. Y así, sin más, me sentí bien, una paz que no debería haber disfrutado, pero lo hice. Y como si de una eternidad se tratara, al fin llegué al suelo.


Abrí los ojos de tal forma que me hice daño, tenía los ojos plagados en lágrimas. Estaba desorientada, miré alrededor, seguía encerrada. Todo mi ser deseaba una escapatoria, fuera cual fuera.
En ese instante escuché un sonido, ¿una llave en una cerradura? Una intensa luz me deslumbró, puse mi mano sobre los ojos, vi como una silueta difuminada que se acercaba poco a poco. ¿Era mi fin?

Eline Dieva

Intento calmarme... inspiro, expiro, lentamente, como me enseñaron en las clase de natación, no puedo, al recordar el agua noto la garganta más seca aún. Pienso en mis opciones: Mi limitada ración de provisiones se agotó hace veinte horas y las
pilas de la linterna se agotaron antes de lo previsto, no eran de buena calidad. Esperemos que la batería que alimenta la cámara no me falle cuando la necesite, que será dentro de poco. No aguantaré mucho más sin comida,
tendré que abrir la cámara de seguridad y quizás no me guste lo que encuentre. ¿Y si no queda ningún superviviente? ¿Y si hay radiación? ¿Y si no encuentro alimentos? No tiene sentido seguir dándole vueltas a las mismas ideas, llevo tantos días aquí dentro que no se si fuera será de noche o de día, o si ya no habrá ni eso...Intento reunir el coraje suficiente mientras acaricio con las yemas de los dedos los botones del cuadro de mandos.

sRy_

Cierro los ojos. E imagino que los abro y nada ha sucedido, que todo sigue igual. Que al levantarme, mis padres estarán esperándome en la cocina; que a las 8 en punto, Leire pasará a recogerme para ir juntas a la universidad. Que encontraré como todas las mañanas, a ese chico de ojos verdes esperando al bus, que nuestras miradas se cruzarán por un instante antes de que yo siga mi camino... Pero no, nada de eso va a suceder. Por fin "ellos" me han encontrado, y ahora estoy capturada. Poco más tengo que hacer, simplemente esperar a que decidan mi destino. Que en estos momentos está igual de oscuro que la habitación donde me encuentro recluida.

Hikari

Siento como abren la trampilla, y me dejan un plato con la misma comida rancia que me llevan dando desde que me encerraron aquí. Ya no tengo ni fuerzas para preguntar porqué estoy aquí, no me importa. Sólo quiero desaparecer de una vez, y soñar eternamente. Al principio pensaba que me habían secuestrado y que pedirían un rescate que mis padres no podrían pagar y me matarían. Pero de eso hace ya mucho tiempo, o al menos eso me lo parece a mi. Y mis expectativas ya no son las que eran.


De pronto se escuchan ruidos ¿disparos? ¿gritos? ¿Me mataran o acaso han venido a liberarme? Oigo como intentan abrir la trampilla y me ciega la luz que entra en la habitación. No sé qué pensar, no puedo ver nada, no sé si quien entra en la habitación, si es amigo o enemigo. Sin embargo, cuando me abraza y me dice que todo pasará que ya estoy a salvo, siento que me voy a desmayar de todos los sentimientos que afloran. Volveré a mi casa, veré a mis amigos, seré libre. De repente esa sensación no me tranquiliza, tengo miedo de salir a la calle y que me vuelva a pasar lo mismo. De pronto, la libertad ya no tiene el mismo significado para mi.

Kako Mote

Intento mover las piernas, pero no tengo movilidad en ellas, la venda alrededor de mis ojos me impide averiguar porque, afortunadamente siento mis brazos, y entonces al moverlos me doy cuenta de las resistentes correas que me mantienen atada a lo que parece una cama, no están sobre todo mi cuerpo, al menos solo las siento en las muñecas, aun así son muy fuertes y es una sensación espantosa. Y de pronto, lo escucho, es su voz, de eso no hay duda. No entiendo lo que dice pero un terror se apodera de mi y me hace arquear la espalda violentamente, ¿lo estarán torturando? Fuerzo a mi garganta a proferir un sonido, pero solo logro susurrar su nombre muy bajo -Tyler...- Lo que escucho a continuación me hiela la sangre, porque no es un grito de dolor o miedo del chico que amo, es su voz tranquila normal pero llena de amenaza, de peligro -Es la única manera de llevarla hacia la base, no dejaré que se escape de nuevo, esta vez, solo saldrá de aquí en un ataúd...- No puedo respirar, el aire está espeso y caliente, se escucha otra voz pero la desconozco -Tyler, ¿estas seguro de que es lo que quieres? Ella te ama, no puedes hacerle esto.- Un golpe sordo y bajo se oye al otro lado de la puerta. -¿No me digas que te enamoraste de ella? Lo sabías desde un principio, que todo esto era una farsa para capturarla, para detener la maldita revolución que inicio, y aceptaste participar ¿por qué te sorprende ahora?- dice Tyler, su voz me hace encogerme, porque es fría y te aplasta. Se oyen pasos que se alejan corriendo y alguien abre la puerta de la habitación en la que me encuentro. Sus manos tibias retiran la banda de mis ojos y puedo verlo, sus ojos verdes me miran fijamente y se enternecen, siento nauseas cuando presiona sus labios contra los míos. -¿Cómo te sientes Claire?- pero su voz ya no es fría sino tierna, y debo recordarme no caer en su trampa porque esta mintiendo. -Tyler...- susurro mientras acaricio su rostro y lanzo mis brazos a su cuello pero me detienen las correas, el rie por lo bajo y me abraza. Yo, yo comienzo a planear, planear lo que haré, planear como sobrevivir, planear como matar al chico que amo antes de que el me mate a mi...

Andrea Pachecho

Pero es inútil, que puede hacer alguien encerrado en una de las prisiones mas impenetrables del mundo,
aquí no te dan ni cucharas para comer, tienes que apañartelas con tus manos, no se fían de ti, piensan
que vas a escapar usando las cucharas, excavando un túnel o algo por el estilo, a parte de que revisan tu
celda con cámaras diariamente por lo que te tienen bajo vigilancia las 24 horas del día.
Os preguntaréis porque estoy en un sitio sin puertas ni ventanas y es que lo único que tengo son cuatro paredes
y un techo, el punto débil de estas celdas es que no protegen el suelo. Son unas cajas que se cierran automáticamente
una vez hay alguien dentro y solo se pueden abrir con un aparato que llevan los celadores en su bolsillo.
Volviendo a centrar la atención en mi, solo me queda esperar a que no tarden mucho mas, o tendré que estar
aquí metido ocho horas mas y juro que me volveré loco. Ese es otro de los defectos de esta prisión, cada ocho
horas en el cambió de turno, descuidan las cámaras, ya he preparado el muñeco que hará de mí a base de las sobras
de comida que he ido guardando a lo largo de estos dos años y hoy por fin gracias a este descuido volveré a ver
la luz del día, solo me queda esperar cinco minutos y cruzar los dedos para no tener que estar aquí ocho horas mas...

Sandruxiii

Encerrada, entre cuatro paredes, en la oscuridad. Ya no tengo lágrimas para derramar. He perdido la cuenta del tiempo que llevo aquí atrapada. No sé cómo llegué hasta aquí, pero lo que sí sé es que tengo que salir. La cuestión es cómo. Hace horas que perdí la voz de tanto gritar, las manos me duelen de buscar a tientas en las paredes y el suelo algún resquicio, alguna grieta, algún punto por el que salir. Pero nada. Oigo voces. Cerca, muy cerca. Se aproximan. Siento miedo. Un gran estruendo me daña los oídos, me caigo al suelo, me acurruco y me agarro las rodillas. Dolor. Los ojos me duelen. Demasiada luz. Procede del techo. Ahora sé por donde me han metido aquí. Me encojo más contra una de las esquinas. Sé que vienen a por mi. Estoy débil, sin voz, dolorida. Apenas opongo resistencia. Me izan con facilidad. Luz por todas partes, me cuesta acostumbrar la vista. Me dejan caer sobre una silla y me atan de manos y pies. El miedo atenaza mi garganta y mis pulmones. Me hablan. Estoy confusa, no entiendo nada. Siguen los gritos. Siento un dolor punzante en la mejilla derecha. Alzo la vista. Un hombre. Grande. Demasiado grande para mí. Me grita de nuevo. Niego con la cabeza, no le entiendo. Aparece otro hombre. Se gritan. Se pelean. Tengo más miedo aún. Intento apartarme. No puedo. El hombre grande cae sobre mí. Me golpeo la cabeza contra el suelo. Dolor. Silencio. Abro los ojos, que derraman lágrimas de nuevo. Está frente a mí. Me mira intensamente. Tengo miedo. Levanta la mano. Cierro fuerte los ojos, me va a golpear de nuevo. Espero. Nada. Una caricia, liviana, efímera. Sigo cerrando los ojos con fuerza. Otra caricia. Una voz. Esta vez si la entiendo. Esta vez lloro, pero no de miedo sino de alivio. No voy a morir aquí. Abro los ojos. Los abro a la vida, a la esperanza.

Koneko-chan

Tengo frio y no tengo comida. ¡Oh Dios, que voy a hacer! Hay que pensar. Lo que me rodea es metalico y frio. El piso es arinoso, como con ciertas ramas y hojas, pero no estoy seguro. La luz me cae en la cara. Un ojo, veo un ojo, enorme y horrible que viene hacia mi. Mi reflejo en su iris y lo que veo es... mi cara y mi ... hocico. ¡Mierda! tengo una enorme cara de ratón. La jaula se abre y esa cosa introduce una mano para sacarme. A correr se ha dicho porque no me dejaré agarrar. Corre CORRE CORREEEEEEEEEEEEEEEEE!!!

Liz

Las cuerdas me aprietan las manos, me hacen sangrar. Mis pies desnudos, atados tambien, estan entumecidos. No veo nada, todo esta oscuro, pero puedo notar que mi vestido esta rasgado. El único sonido que oigo es de ratas, estoy en un rincon, intentando alejarme de ellas pero no se por donde vienen ni adonde van, pero se que hay una salida, si tuviera al menos un punto de luz. No se cuanto tiempo llevo aquí, no se si mi familia se habra dado cuenta de que no estoy donde deberia estar, casandome con el supuesto hombre de mi vida. Pero ya no importa, se que nunca podre salir de aquí, que pasare el resto de mi vida atada, aunque no es muy diferente a mi situación en el mundo exterior.
De pronto he visto un destello, un pequeño destello rojo atravesando una pared. Me he dado cuenta de que solo ha sido mi collar, la pequeña piedra que se fusiona con dos hojas verdes en forma de cola a brillado, supongo que ese collar guarda mi ultimo resquicio de esperanza, me lo regalaron mis padres, mis verdaderos padres, a los que no recuerdo pero es lo que más fuerza me da en el mundo. Ni si quiera se por que pero cada vez que mi vida se ha vuelto un caos, ese collar me daba esperanza, con el pequeño brillo que desprendía, por un momento podía imaginarme a mis padres, al lado mio, hablandome, salvandome. Usalo. Vamos, usalo.
Una voz de mujer me susurraba al oido, pero no había nadie al lado mio. No lograba entenderlo, y tendría que estar muerta de miedo, pero me sentía segura. De pronto una luz empezó a extenderse enfrente mio formando una silueta humana,de hombre. La luz cada vez era más potente, más cercana. Quizás estaba delirando, por el hambre, por la sed, pero esa luz era bienvenida. La luz dejó de brillar, y unos pasos se acercaban a mi, cada vez más cerca, más cerca.
-Vamos, levanta. No tenemos mucho tiempo
- ¿Quien eres? - Dije dudosa, aunque deseaba irme con él, hacía su voz.
-Confía en mi.
-¿Por que debería? Has aparecido de la nada, rodeado de luz. ¿Eres el que me ha secuestrado?
-No, debes confiar en mi, por que esoty aquí para ayudarte, para que veas tu camino. Has nacido para mucho más que para casarte con alguien a quien no amas, ¿no crees?
-¿Como sabes tu eso?
- Por que yo, cariño, soy tu padre.

noe*fantaseandoentrelibros*

Mis dedos tientan en la oscuridad, en busca de cualquier indicio que me permita saber dónde me encuentro, pero parece imposible; estoy perdida en medio de ninguna parte. Siento mis manos moverse, mis pies dando torpes pasos en esta maldita oscuridad, pero mucho me temo que terminaré volviéndome loca. Escucho mi respiración cada vez más acelerada, mi garganta reseca suplica una mísera gota de agua y mis labios saben a hierro y sangre; creo que estoy herida. Empiezo a asustarme.


Levemente, con la suavidad de un amanecer, una débil luz surge de la oscuridad. Ilumina una pequeña porción, revelando una simple mesa con dos sillas; en una de ellas está sentada una figura. ¿Es un hombre, o tal vez un muchacho? Es difícil definir su edad. Su presencia me atraviesa: un aura antigua y desconocida. Da la sensación de haber vivido mucho más que cualquier persona, pero sus manos se deslizan por la mesa y el tablero de ajedrez que sostiene como si no los reconociera; como si acabara de nacer.


-¿Le apetece jugar, joven dama? -susurra sin alzar la cabeza, pero pude imaginar en su rostro el esbozo de una sonrisa.


No soy capaz de decirle que no, así que iniciamos la partida. Sin embargo, todo lo que sé de ajedrez no me sirve de nada, no soy capaz de frenar el avance de mi contrincante. La partida no dura más de diez minutos que a mí me parecen años.


-Aburrida y predecible -murmura sin rastro de ironía en su voz-. Como tu vida... como tu muerte.


Lo miro aturdida y confusa. Me devuelve una sonrisa amable y paternal.
-Me han dado mil nombres y por muchos más se me ha conocido. Yo ya existía antes del tiempo, antes de que el caos absoluto se tornara en orden, antes de que el Sol comenzara a brillar y la Luna gobernara la bóveda nocturna. Me nombran entre susurros, al cobijo de las sombras... ¿Has oído los cuentos de brujas?
Observo cómo se levanta, rodea la mesa lentamente y se inclina sobre mí. Me dedica una mirada cargada de pena.


-Lo siento, mi niña. -Las palabras me acarician el rostro-. Jugaste con tu vida como si fuera una ruleta de la suerte y, lamentablemente, no salió la casilla ganadora. Te he dado otra oportunidad y, aún así... No tengo elección.


Abro los ojos al descubrir que roza sus labios con los míos: una dulce y triste sensación me recorre por completo.


Escucho un pitido a lo lejos, una máquina avisando que mi corazón se detiene. Decenas de voces, gritos y súplicas llegan desde la profunda oscuridad, desde la habitación donde mi cuerpo reposa en un apacible coma. ¡Qué ilusos! Ya no pueden hacer nada, es inevitable. La Muerte me ha reclamado para sí.

Nuemiel

La luz no entra en este altillo cuya única salida es esta entradita en el piso. No me atrevo a abrirla y mirar, pero el tiempo pasa y mis pensamientos pueden más, mi intriga puede más... Tic, tac, tic, tac... Silencio. ¿Alguien sabe que estoy acá? Me hubieran buscado... ¿Hay vida? ¿Hay muerte? ¿Qué sucede allá afuera? ¿Qué encontraré? Necesito salir... tic, tac, tic, tac... Necesito saber... tic, tac, tic, tac... Necesito ver, voy a abrir. Mi mano alcanza decididamente el pestillo que abre la entrada al altillo, muy muy despacio abro una fina línea de visión. No me atrevo a más. Mis ojos descubren un poco de luz, algo que hace mucho que no veía... Hay algo allí. Hay alguien allí... Es muy pequeño, ¿hembra o macho? No me mira, aun no sabe que estoy. ¿Qué tiene en sus manos? Ese objeto hace ruído, al parecer lo agita con su mano y causa un efecto increíble en ese ser. Abre bien grande lo que debe ser su boca sin ni un diente (pensar que yo los tengo desde la panza) y comineza a ¿reir?. Agita esa especie de sonaja y empieza a reir, su boca ríe, sus ojos ríen, sus manos se agitan de un lado a otro con ese objeto en sus manos. De pronto me mira. Sus ojos mestran inseguridad... ¿Curiosidad o miedo? Pronto me doy cuenta que he abierto toda la entrada y me muestro tal cual soy. Él empieza a dar pequeñísimos pasitos hacia mi. El que dudo ahora soy yo. ¿Qué hago? ¿Será peligroso? Es muy pequeño para serlo, pero uno nunca sabe. ¿Yo soy lo bastante grande como para no asustarme? De pronto me sorprende señalandome con esa especie de sonaja, ¿es un arma? Me apunta y sigue caminando como queriendo alcanzarme. Decido enfrentarme a él, tal vez mi rugido lo espante. Me preparo a mostrar todos mis dientes bien afilados... Cuando él se cae y empeza a llover de su cara! Se escuchan pasos. Estoy horrorizado, solo puedo volver al altillo y esperar. Cierro la entrada y me acomodo entre los objetos llenos de suciedad a seguir esperando. Algún día lo volveré a intentar.

Cielo

7 luner@s:

Zhiara dijo... [Responder]

El mio es el primero jajaja
No sabia que escribir me venia la inspiración conforme iba escribiendo jaja

Manzanita dijo... [Responder]

Jajaja, pues a ti se te ha colado un "durigío" en vez de "sugirió" :P

Elisabet dijo... [Responder]

y un sería en vez se seria XDD
jajaja Hola^^
Me he reído con el primero jajaajja XDDDDDDDDDDDDDDDDD
besitoss :D!

Vir dijo... [Responder]

Algunos son super chulooos! ^^ Qué imaginación tienen madre mía!

Un besazo :D

Eline Dieva dijo... [Responder]

Cómo mola!
Me alegro que hayas peust todos :)
Besitos :3

Kiratia dijo... [Responder]

Tenéis razón u.u Eso me pasa por hablar y por no revisarlo dos veces como siempre. Para que veáis xD

Fran ;) dijo... [Responder]

que vergüenza mi relato >.< soy tan inexperta en estos temas y en la escritura u.u pero felicito a todos lo que los hicieron son excelentes (excepto yo xD) saludos :D