La elegida de la muerte. Öiyya. El destino de la Muerte... ¿se puede desafiar?

"No hay Vida sin Muerte, no hay Muerte sin Vida"

Durante los últimos seiscientos años, la guerra ha sacudido los reinos de Thaledia y Svonda, en la península de Ternia. La bella guerrera Isendra de Liesseyal, Issi, es una mercenaria que lucha por el ejército que paga mejor. Entre el horror y la destrucción de un campo de batalla encuentra a una niña moribunda, que le marca con el signo Öi, una señal plateada en la frente que la convierte en la Öiyya, la Elegida de la Muerte. Esto provocará que los monarcas de Thaledia y Svonda, además de los reinos vecinos de Monmor y Thilia, ávidos de poder, emprendan una búsqueda sin cuartel de Issi para hacerse con el poder mágico que confiere la Öiyya y alzarse con la victoria en el continente.

Empiezo el libro y no me entero de nada... sí, estaba más perdida que un sapo en medio de un desierto. Entre nombres impronunciables (Hnvdit), reinos y reyes, nobles y reinas, guerreros y carroñeros... y todo eso que encontramos en una historia de fantasía épica, en los primeros capítulos tenía la cabeza como un bombo.
Además, el principio me recordó demasiado a mi abandonado Señor de lo Anillos, por las largas descripciones que tanto agotan mi mente. Pero no hay que preocuparse, porque este no lo he abandonado, aunque sólo fuera por mi Keyen (porque es mío y de nadie más, mi tesssooooroooo).

Sin duda lo mejor de la trama son los reyes gobernando sus reinos (qué van a hacer los reyes sino...)... cómo hacen lo que sea por mantener su honor, cómo hacen oídos sordos y ojos ciegos cuando les conviene y cómo se vengan sin que nadie se dé cuenta. Conspiraciones de las que sólo saben ellos y traiciones que no adivinan.

Issi... es una de las mejores protagonistas que he tenido el gustazo de conocer. Además de ser muy mal hablada (en serio, no he visto una prota que diga tantos tacos...), es como cualquier guerrera, fuerte, pasa de los tíos (o puede que no, o puede que sí...) y tiene que luchar contra su destino (esto no podía faltar).

Debo reconocer que por la mitad del libro me atasqué no conseguía seguir, para mí el ritmo cayó un poco en picado, pero después de pasar esas páginas volví a engancharme.

El final... me gustó... pero no me gustó... no puedo decir más sin desvelarlo, así que mejor me callo.

Gracias a Ediciones B