¿Qué pasaría si un día descubres que, en realidad, eres hijo de un dios griego que debe cumplir una misión secreta? Pues eso es lo que le sucede a Percy Jackson, que a partir de ese momento se dispone a vivir los acontecimientos más emocionantes de su vida. Expulsado de seis colegios, Percy padece dislexia y dificultades para concentrarse, o al menos ésa es la versión oficial. Objeto de burlas por inventarse historias fantásticas, ni siquiera él mismo acaba de creérselas hasta el día que los dioses del Olimpo le revelan la verdad: Percy es nada menos que un semidiós, es decir, el hijo de un dios y una mortal. Y como tal ha de descubrir quién ha robado el rayo de Zeus y así evitar que estalle una guerra entre los dioses. Para cumplir la misión contará con la ayuda de sus amigos Grover, un joven sátiro, y Annabeth, hija de la sabia Atenea. El ladrón del rayo da comienzo a una apasionante serie de aventuras sobre un mundo secreto, el mundo que los antiguos dioses griegos han recreado a nuestro alrededor en pleno siglo XXI.
Os presento a Percy, un chico de doce años, que más que un héroe parece un pringadillo cualquiera, que no consigue estar más de un curso en un mismo colegio y que, no sabemos cómo, nunca tiene la culpa de todos los desastres que ocurren a su alrededor. Ese es Percy.
Pero no creáis, en realidad es un semidios, pero ni él lo sabe. Y nos cuenta su historia de un forma divertida, desenfadada y emocionante.
Teniendo en cuenta que siempre me ha encantado todo lo relacionado con la mitología griega, los dioses y sus líos y enredos, debía leerme esta saga tarde o temprano, y de momento el primero me ha gustado más de lo que esperaba, aunque dicen que lo mejor empieza en el tercero, ya veremos, ahora tendré que hacerme con el segundo para saciar el mono xD
Aquí tenéis una muestra de un dialogo de los que me han hecho reír (he omitido algún trocito donde hay spoilers):
-¿Qué querías que hiciera? ¿Dejar que os mataran?
-No tienes que protegerme, Percy. Me las habría apañado.
-En rebanadas como el pan de sándwich -...-, pero se las habría apañado.
-Cierra el hocico, niño cabra -... .
-No tienes que protegerme, Percy. Me las habría apañado.
-En rebanadas como el pan de sándwich -...-, pero se las habría apañado.
-Cierra el hocico, niño cabra -... .
Y el final... O.o, así me quedé, y eso que ya me daba mala espina... bueno, eso, que no voy a decir nada más.
Por ser divertido, por tratar de la mitología griega y por tener esos personajes tan buenos: