Como desees, de Anabel Botella

"¿Para qué preocuparse del mañana si no sabemos qué va a ocurrir hoy?"

Título: Como desees
Autor: Anabel Botella
Editorial: Montena
ISBN: 9788490431078
Pags. 288
Sinopsis: Para Emma solo puede haber algo peor que pasar un mes junto a Niko: pasar dos. En apariencia, es el chico que todas las madres querrían para sus hijas guapo, inteligente, cinéfilo y con sentido del humor, pero Emma sabe que en realidad es un engreído insoportable. Además, a ella no le vale de novio... Niko es el hijo de la esposa de su padre.
A pesar de todo, este año está dispuesta a esforzarse para que las vacaciones en familia sean tranquilas y agradables: va a ser la hermanastra perfecta. Sin embargo, el pueblo levantino en el que veranean se verá sacudido por una serie de terribles asesinatos... a los que nadie puede escapar.

Emma va a pasar las vacaciones de verano a un pueblo del interior de Valencia donde vive su padre con su mujer, el hijo de ella y la hija que tienen los dos en común. Parecía que el único problema que iba a tener Emma iba a ser aguantar a su "hermanastro" Niko... hasta que aparece una chica muerta.

Aunque no leo mucho thriller sí es verdad que me gusta este género en el ámbito juvenil. Me gusta que la trama se centre en unos hechos misteriosos, donde saber quién es el culpable es todo un reto y que en un segundo plano haya una historia de amor que quite un poquito de tensión de vez en cuando.
Eso es lo que he encontrado en Como desees.

Me ha sorprendido mucho cómo Anabel ha sabido llevar el desarrollo de la historia de modo que cada vez que uno parecía ser el culpable había algo que no cuadraba y parecía ser otro, hasta que al final acabé sospechando hasta de que el Asesino del Rosario era el gato de mi vecina. Estaba más perdida que un cangrejo en pleno desierto. Y sí, aunque sospeche del que al final fue el asesino, admito que me sorprendió. Pero cuánto os sorprendáis vosotros depende de lo suspicaces que seáis  Aún así  me atrevo a asegurar que pocos llegaréis a resolver el misterio antes de la página doscientos.

"Tendré que arreglar ese aspecto con tu técnico de mantenimiento de sueños".

Otra cosa que me ha gustado muchísimo es la protagonista. Al principio del libro le quería pegar dos tortas porque no hacía más que quejarse de que Niko la chinchaba y bla bla bla... pero al avanzar un poco descubrimos una chica despierta, que no se confía de nada ni de nadie y que ve a cualquiera un poco sospechoso como el posible asesino. Y en los momentos de tensión casi me pongo a aplaudir por la sangre fría que demuestra. Clap clap clap a Emma.
Niko por otra parte, es un friki de las películas que siempre tiene una frase de película adecuada para cada momento. Tampoco tengo mucho más que decir de él ya que el peso de la trama lo lleva Emma que es, además, la narradora.

En cuanto a la historia de amor, me ha gustado que se esté en un segundo plano, que en el libro lo que destaque sea la parte de thriller y el romance esté ahí pero sin acaparar mucha parte de la trama. Sí es verdad que hay algunas partes que me han parecido un poco cursis, en cambio había algunos diálogos entre Niko y Emma con los que me he reído y me han parecido una de las mejores cosas de este libro. También la situación de "hermanastros" que se enamoran es bastante típica. Por otro lado, el hecho de que utilicen frases de películas a veces se me hacía un poco cargante pero otra le daba el toque perfecto para que se me dibujara una sonrisa en la cara.

El final me ha encantado. Me ha sorprendido cómo se resuelve todo el misterio del Asesino del Rosario. Y lo he pasado muy mal, he tenido mucho miedo y ojalá hubiera más finales así en los libros juveniles con ese toque de misterio. El único defecto que le veo es el epílogo que... es un poco pasteloso para mí. Me ha gustado pero ha habido una o dos frases en las que me ha subido un poco el azúcar.

Una novela juvenil en la que no faltan el misterio, los asesinatos y una pizca de amor. Anabel ha sabido juntar estos tres elementos y escribir una historia con la que disfrutar, pasar un poco de miedo y calentarse la cabeza para averiguar quién está sembrando el pánico.

Gracias a Montena