" Me engañaré a mi mismo diciendome que no es mucho tiempo"
Hay gente en estas tierras que tiene poderes extraordinarios a los que llamamos gracias. Una gracia puede tener un valor infinito o puede ser totalmente inútil. Una gracia puede hacer que alguien sea veloz como el viento, o que sea capaz de predecir el tiempo, mientras que otras sólo harán que hables al revés sin pensar o te subas a los árboles. Mi nombre es Katsa. Soy un instrumento que mi Rey utiliza para castigar a sus enemigos. Mi gracia es matar.
Este libro me ha sorprendido, pero para bien. Creía que iba a ser otra historia de reyes malvados y de los típicos heroes idealistas que los desafiaban y que, por supuesto, acaba bien, son todos felices y comen perdices. Pero no, sí que hay reyes que matan sin pensar y heroes dispuestos a todo por salvar a los indefensos, pero hay algo más que lo hace diferente: como la protagonista va evolucionando a lo largo del libro.
Aunque también es un libro con el que hay que tener cuidado, porque la siguiente entrega (Los siete reinos II), puede ser buenísimo o un desastre, ya que el primero tiene un final cerrado.
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