Meridian: medio ángeles y puertas luminosas

"Mi primera palabra fue muerte"

Medio humana, medio ángel, Meridian Sozu carga con una oscura responsabilidad sobre sus hombros. Meridian siempre ha sido una marginada. Dondequiera que va, la muerte y el dolor la acompañan. El día de su decimosexto cumpleaños, un coche se estrella frente a su casa y, aunque ella no sufre ni un rasguño, un dolor insoportable invade su cuerpo. Sin apenas tiempo para recuperarse, Meridian descubre que es un peligro para su familia y que debe huir a casa de su tía abuela en Revelation, Colorado. Allí conoce el secreto que sus padres le han estado ocultando toda su vida: es una Fenestra, el eslabón entre lo humano y lo divino que une el mundo de los vivos y el de los muertos.

Meridian tiene un problema, aunque decir eso es poco, porque que cuando te levantas de la cama aparezca a tu lado un ratón muerto... bueno, qué queréis que os diga, no es que alegre el día, la verdad. Y si encima te pasa el día con dolor de estomago... es raro, dejémoslo ahí.
Pero Meridian no es humana, o por lo menos no del todo, así que cuando las cosas se ponen feas tiene que huir de su casa e ir con su tía.

Y os preguntaréis ¿dónde está el chico de la historia? Porque tiene que haberlo, eso no se cuestiona. Pues está en casa de su tía, claro. Y por si no lo teníais muy claro, tiene un papel importante en todo esto, pero eso no os lo voy a contar, faltaría más.

Me ha parecido bastante original para ser juvenil. A ver, lo típico: chica, chico, no se llevan bien, pero luego están dispuestos a morir el uno por el otro, no. Pero la trama en sí, sí. Meridian tiene que hacer su "trabajo", pero hay un señor muy loco está en contra de ella y su tía, quieren destruirlas (matarlas para ser más específicos), así que la chica tendrá que hacerse la valiente para enfrentarse a ellos.